En las dos panorámicas de la música española para piano presentadas por Diego Fernández Magdaleno, pudimos remarcar la flexibilidad interpretativa de este artista vallisoletano y cómo su criterio está abierto a asimilar sin problemas las más contrarias propuestas estéticas. Una vez más, con su presencia, pudimos admirar estas virtudes, junto con las ya reconocidas, como son la belleza de su sonido y ecuanimidad de su expresión en un concierto que exigía al intérprete verdadera sutileza psicológica para penetrar en la personalidad de cada uno de los compositores»